Guardiola rozó el nirvana durante unos segundos
El técnico azulgrana, de natural sufridor, admitió tras la holgada victoria contra el Lyon que en el 4-0 se sintió «casi relajado»
El Barça pasó a cuartos de final de la Champions League tras una primera parte que hizo orinar San Miguel a los aficionados culés (llegaron a imponerse 4 a 0 al Olympique de Lyon), y una segunda parte un poco menos vistosa en la que los franceses remontaron la mitad de la distancia y le pusieron al socio las criadillas por corbatín. Sin embargo, incluso el entrenador azulgrana Pep Guardiola, el hombre que nunca echa las campanas al vuelo hasta que el partido está ganado, el torneo acabado, el trofeo en la vitrina y han transcurrido diez años, asegura que por un momento, en el 4-0, estuvo a punto de relajarse. Lo cual no impidió que acabara el partido con los pantalones cagados. Ser culé es duro, incluso cuando se gana.