Un director de cine español pide una subvención para filmar la comunión de su hija
«¡El cine agoniza, bla bla bla, denme dinero!» gritaba al entrar en el ministerio

Una imagen del 'teaser' de la nueva película de M. Pellufa Ibárruri.
La industria del cine español tiene ya interiorizado como el respirar que sus películas se pagan con subvenciones. En otros países, como Estados Unidos, quizá las pague la taquilla, «pero es por eso que el cine yanqui se doblega a lo comercial», afirma el director Manuel Pellufa Ibárruri, que ya ha pedido una ayuda para rodar su próxima producción: el vídeo de la primera comunión de su hija Trini, la pequeña.
Pellufa Ibárruri, joven promesa de 53 años, debutó con una modesta y sensible historia sobre la incomunicación, El viento en los rododendros, y desconcertó a la crítica con la originalísima cinta Amor aciago, drama de gran carga erótica ambientado en la Guerra Civil. Para su próxima película, cuyo título provisional es Comunión de la niña, 27-VI-10, volverá a la cámara digital y estilo espontáneo que ya empleó en su última obra, Vacaciones 2009 Roma-Venecia-Alpes, para la que el Ministerio de Cultura apoquinó 1.500.000€. Y bien invertidos: nos valió una mención del jurado en la Berlinale.
La subvención para Comunión de la niña ronda los 3 millones, lo que ya ha merecido críticas de los que se empeñan en cuestionar la calidad de nuestro cine. A los comentarios de que el cine español podría arriesgarse a hacer alguna película que pagase la taquilla, y no el contribuyente, Pellufa Ibárruri ha respondido: «Yo no soy una puta del público.» Y después ha añadido: «Prefiero ser la puta del PSOE, es más agradecido.»