Esta semana, en «El Jueves»
¡La gente sale a la calle!

El fumador es el espejo de la ciudadanía entera. Al fumador el tabaco le sienta como el culo (y lo sabe), le cuesta un dineral (y subiendo), la ley le margina, putea y convierte en poco menos que una casta de apestados sociales... Pero aguanta todas las vicisitudes, asume como normal expectorar flemas negras, sigue gastándose su exiguo sueldo en un paquete al día y la diversión de vapulearle moral y físicamente nunca acaba. Le roban, le prohíben la entrada a edificios públicos, se mean en su boca, y lo máximo que se permite es refunfuñar, buscar culpables, gritar que la culpa es del gobierno que declara espacios libres de humo y sube los precios a saco, y toda esa cortina de humo (nunca mejor dicho) sólo servirá para eludir el sacrificio que no está dispuesto a hacer para salir de esa espiral de autodestrucción: mandar el tabaco a tomar por culo. Así es el fumador, y así somos un poco todos nosotros: nos prohíben fumar, nos suben la luz un 10%, manejan el barco con el prepucio, y lo máximo que hacemos es rezongar que Zetaparo esto y aquello, y comentar en algún medio digital que estamos dormidos y que hay que salir a la calle —trolls que llamáis a la revolución por Internet, desde la comodidad del ADSL de vuestro piso: sois la puta imagen del fraude—. Y así, el juego de putear al ciudadano nunca termina.
Y de eso va el número de esta semana: de salir a la calle… a echar un cigarrillo. Por eso Zapatero justifica esta «medida impopular» por mano de su portavoz en la Tierra (en la parte del Bages), Manel F.; y Mel ofrece un especial de 5 asaltos de no fumadores contra sí fumadores. Y más cosas: López Rubiño nos ofrece un tour por la gran superficie de moda: los contenedores de detrás del supermercado; Guille profundiza en esa noticia absolutamente inesperada de que las pulseras Power Balance podrían ser menos un prodigio de la ciencia que un puto timo para memos crédulos; y Guitián & Leandro nos cuentan Tron: Legacy, esa secuela tan necesaria para cerrar un ciclo. Todo esto, y lo que tengan a bien darnos, esta