'Juego de Troikas': El rescate es oscuro y alberga horrores
Rajoy necesita un rescate pero sabe que si lo pide condenará el país a la intervención

Hubo un tiempo en que esta tierra fue fértil y próspera. Los niños crecían sanos como robles, el trabajo florecía como las petunias en primavera y los bancos cagaban créditos como un jubilado yonki del bífidus. Pero esos tiempos ya pasaron, ahora ni niños, ni trabajo, ni mucho menos créditos. Una prima de riesgo por encima de 500 puntos, eso sí, y el run-run de los rumores de rescate que no cesa.
A Rajoy, que cabalga por el Valle del Déficit montado en una gaviota coja, no le salen las cuentas. Sabe que su única salida es el rescate pero si lo pide se verá obligado a dejar el gobierno del país en manos de la 'troika'. Y ya sabéis que cuando se juega al "Juego de Troikas" sólo se puede ganar o morir. ¡Ah, no, esperad, que no se puede ganar! Pues cuando se juega al "Juego de Troikas" sólo se puede morir o esperar a que los mercados te intervengan, te abran en canal, te arranquen tus órganos vitales y devoren tu maltrecho corazón mojándolo en el dulce kétchup de los recortes sociales.
Por eso ahora Rajoy se pone digno. Se pone pasivo-agresivo, en plan «quiero que me rescates pero no quiero pedírtelo». Como esas novias que se quejan de que nunca les dices cosas bonitas, y cuando les dices «te quiero» dicen que ya no vale, que te tiene que salir de dentro. Pero a ver, ¡¿en qué quedamos, chata?! O bonito o de dentro, las dos a la vez no se puede.
La cuestión es que estamos cada vez más cerca de un rescate que da escalofríos. Es sabido que el hombre que teme la derrota ya ha sido derrotado, y nosotros no es que la temamos, es que estamos con el culo tan apretado que seríamos capaces de parar una bala con él. En resumen, que Winter is coming y nos pilla descalzos.