Dimite el Director de la Guardia Civil por los 14 inmigrantes muertos. Es broma, esto es España. ¡Aquí no dimite ni Dios!
El Gobierno descarta dimisiones a pesar de las presiones sociales y políticas

Diez días después de que 14 inmigrantes perdieran la vida al intentar cruzar la frontera que separa Ceuta de Marruecos, todos los culos blancos siguen sentados en su sitio. Ni una dimisión, ni un cese, ni una “depuración de responsabilidades”. MARCA ESPAÑA.
El director de la Guardia Civil, Fernández Mesa, afirmó por dos veces que no se habían disparado pelotas de goma. Unas declaraciones que, más tarde, el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tuvo que desmentir, admitiendo que sí se dispararon tales proyectiles. Está sobrando un Fernández y ninguno de los dos se da por aludido.
Teniendo en cuenta lo racista que ha demostrado ser el cuerpo de la Guardia Civil, lo raro no es que les lanzaran pelotas de goma, es que no les tiraran plátanos. Tal vez, el director de la Guardia Civil lo hizo con la mejor intención, la de seleccionar a ciudadanos útiles para su país. Porque para hombres como él, los negros en España solo están bien vistos para una cosa: Jugar a fútbol. Quizás por eso ordenó que les dispararan pelotas de goma, para ver si alguno de ellos poseía un talento innato, se la devolvía con una chilena y lo presentaban como refuerzo de invierno para el Real Madrid.
Tanto la oposición, como la Comisión Europea, así como varias ONG y medios de comunicación, presionan al Gobierno para que alguien en Interior asuma responsabilidades. Pero ya sabemos que eso no sucederá, porque la Guardia Civil, con su ridículo uniforme anacrónicamente grotesco y su comportamiento chusquero de Charles Bronson truño, que ya no tiene cabida ni en los chistes de pueblo, solo responde ante tres entidades: “Dios, Patria y Rey”. Y por desgracia para los inmigrantes, los tres son blancos.