30.000 negros con camiseta del Barça intentan cruzar la frontera española afirmando que son Alexander Song
«No sé si mienten o dicen la verdad. A mi todos los negros me parecen iguales» ha afirmado el sargento de la Guardia Civil

Hay dos tipos de personas que quieren venir a España: los muy ricos y los muy pobres. Los primeros, porque tienen unas leyes hechas a medida para que sus empresas nos contraten por dos duros y así enriquecerse más. En cuanto a los segundos... bueno, es que aunque parezca mentira, hay países peores que España. Y no nos referimos a Mordor.
Ayer un artículo de El País informaba que 30.000 subsaharianos se reunían alrededor de Ceuta y Melilla para entrar en masa en España. Aunque se sospecha que la cifra podría estar hinchada, el autor del artículo afirma: “Bueno, pueden que sean 30.000, 3.000, 300... ¡O incluso 30! Pero qué más da. Es cuestión de ponerles ceros. Un cero no vale nada”. Al decirle que un cero a la derecha sí tiene un valor crucial, ha respondido: “Lo siento, yo es que soy de letras”.
Sin embargo, hoy la frontera española ha amanecido con la imagen de 30.000 negros con camiseta del Barça que pedían pasar a España. Y lo que es aún más curioso: todos ellos afirmaban ser el jugador culé Alexa Song. Juan Puente, el sargento de la Guardia Civil encargado de las aduanas, se ve incapaz de solucionar la situación. “No sé si mienten o dicen la verdad. ¡A mi todos los negros me parecen iguales!”, ha confesado impotente.
Las autoridades se han puesto en contacto con Song para confirmar que se encontraba fuera del país y quería volver a entrar. Sin embargo, no han podido entenderse con él. “Es que aún no habla ni una sola palabra de español. Solo lleva dos años aquí. Dadle tiempo, que es futbolista, el pobre” ha declarado el sargento.
Pero, como siempre, la Guardia Civil ha dado con una solución. Esta vez, en forma de balón. Requerirán, uno a uno, que demuestra habilidades futbolísticas para certificar que es Alexander Song. Pero la situación puede eternizarse, y la Guardia Civil teme que, si llega la noche, los negros podrían quitarse la camiseta, confundirse con la oscuridad e irrumpir en España.
“No sé yo para que me mato a pensar si al final sacando la porra se soluciona todo más rápido”, ha confesado el sargento.