Esta semana, en «El Jueves»
España tiene claras sus prioridades

Siempre que alguna historia frívola acapara la atención de los medios, alguna voz de la sensatez, que no por sensata deja de sonar a tópico sobao, dice aquello del pan y el circo y habla de una maniobra para distraernos de los temas verdaderamente importantes, que siempre hay alguno pendiente, si es que no son los mismos a lo largo de toda la era contemporánea. Francamente: aquí en la redacción, que a Belén Esteban le quiten la custodia de su Andreíta nos la suda en plan Niagara Falls. Pero cuando un diario serio abre con el desacuerdo de turno entre gobierno y oposición, nuestra indiferencia ya roza el éxtasis. Y a los listillos del pan y el circo, que nos expliquen si hay circo más rimbombante, decadente y penoso que el Congreso de los Diputados. Para nosotros, que el mundo del corazón nos provoca ansias homicidas y la política nos produce náuseas, o viceversa, ¿qué información nos queda?
La respuesta llega rauda como un usuario de Menéame a una noticia sobre abusos de la SGAE: nos queda El Jueves. Y más esta semana, en la que Oroz pone a Belén Esteban de asesora del Gobierno, Mel la coloca en publicidad y Pedro Vera destripa a todas las sanguijuelas que viven de ella y de sus miserias. Y además, Vergara nos pasa unas chuletas sobre el lenguaje correcto para hablar de nuestras tropas en Afganistán, López Rubiño declara a Rouco Gilipollas de la semana y Jardí & Ariño nos ofrecen unas recetas de cocina para solteros. Todo esto, hecho con amor, este miércoles en El Jueves.