El primero del póker de clásicos: un rollo
Suerte que no se jugaban mucho, salvo las expectativas

Empate a uno, los dos de penal. Uno clarísimo, el otro un poco menos. El primero de los cuatro clásicos (Madrid-Barça de liga) fue más bien poco lucido. Un resultado que no excita a nadie, dos equipos que cumplieron y varios penaltis entre pitados y no pitados como para llenar páginas y páginas de prensa deportiva con libres interpretaciones y hermenéutica balompédica.
El único interés del partido ha resultado ser el de calentar aún más al personal de cara a los próximos tres, en los que sí se decidirá algo. Por lo demás, Mourinho estuvo muy enfadado de volver a jugar con diez (no sabemos de qué le servía venir enfadado de casa, si en la rueda de prensa tras el partido se indignó igual), Villa no marca gol ni en la puerta de Alcalá (no te ofendas, mozo, pero te dan una pistola, apuntas a Oviedo y hay muertos en Gibraltar)... Vaya, que una decepción para todos. Y pensar que hay gente que ha faltado a la mítica cena de El Jueves para ver el partidete... Ya os enseñaremos las fotos, si eso.