«¡Griegos, los mercados no somos de izquierdas ni de derechas, pero como votéis a la izquierda… OS VAIS A CAGAR!»
Grecia convoca elecciones anticipadas y Europa presiona ante el temor del impago de la deuda

¡Peligro! ¡Caos! ¡Demonios con perilla armados con pollas láser montando vaginas de fuego! Estas y otras frases pueden oírse en los pasillos de la bolsa. Ahh, la bolsa... Un puñado de ludópatas avariciosos correteando a gritos mientas se arrancan matas de pelo y se las comen. El motivo de todo este revuelo, aunque pueda parecer extraño, no es otro que la democracia.
En Grecia, el ejecutivo liderado por Antonis Samaras se ha visto forzado a disolver el Parlamento y convocar elecciones. La razón es que no ha conseguido la mayoría necesaria para investir a su candidato a las presidenciales, el conservador Stavros Dimas. A estas horas, Grecia es un país que navega a la deriva y sin primer ministro. ¿Veis como sí que se parece a España?
Los mercados tienen las pelotas por pajarita ante la posibilidad de que Syriza, a la que califican de “izquierda radical”, pueda ganar las elecciones. Porque claro, lo que pedía la troika, que es recortar (otra vez) pensiones, subir el IVA a productos farmacéuticos y cerrar más servicios sociales, no es "derecha radical", es moderada. Para la troika, "derecha radical" debe ser que un multimillonario empotre su todoterreno contra un hospital, irrumpa en el ala de maternidad y le arranque el corazón palpitante a un niño con hollín en las mejillas.
El FMI ya ha dicho que, hasta que no salgan sus amigos, se enfada y no habla con Grecia. Por su parte, el ministro de finanzas alemán ha advertido que “no hay alternativa a la austeridad”. La economía, una ciencia difusa que presume de estar basada en la racionalidad, utiliza argumentos emocionales, como el miedo, la presión o la cara de Angela Merkel para imponer las decisiones que más le convienen.
La analogía está servida. Los *ejem* “expertos” comparan a Grecia con España y a Syriza con Podemos. Eso es una pendiente resbaladiza. Recordemos que Grecia es la cuna de la democracia y el pensamiento racional, y España, en cambio, de las chirigotas.