La infanta y Urdangarín confiesan: «Todo fue idea de Froilán»
Fiscalía y abogados defensores aprovechan la mala fama del chico para salvar el caso

Un Perry Mason, un Algunos hombres buenos, un Kramer contra Kramer. Así quieren que termine el juicio a la Infanta y Urdangarín sus abogados defensores. Un speech descarnado que revele algún detalle desconocido, acompañado de un “¡Oh!” del jurado y un “Silencio, silencio” del juez que martillea furioso desde el estrado.
En toda buena peli de juicios siempre hace falta un testigo inesperado, una declaración que dé la vuelta a todo lo presentado anteriormente. Pero, ¿y si no lo tienes? ¿Si queda más claro que el agua que había gato encerrado y mamoneo a go-gó?
Nada que un buen chivo expiatorio no arregle. Y si encima es un pringado del que no se fía nadie, mejor.
Las declaraciones de la infanta durante el día de ayer dejaron lo mejor para el final. “Mi marido y yo teníamos miedo. Todo fue idea de Froilán”. Según la Infanta, su sobrino, a través de la influencia que ejercía sobre sus hijos, les propuso el entramado de empresas y fundaciones que ha terminado con los ex duques de Palma en el banquillo de los acusados.
Según los abogados defensores, son de sobras conocidas las tendencias criminales de Froilán. Su desenvoltura en el mundo de la noche, experiencia con armas de fuego, un gran ingenio e inteligencia (bueno, eso ya…) hacen del sobrino de la Infanta el principal sospechoso. Además, según comenta el Fiscal, si no es culpable tampoco pasaría nada. "¡Lo que se ahorrarán sus padres en internados si lo meten en el trullo!"
Los padres de Froilán se muestran sorprendidos. El hecho que su hijo fuera capaz de llevar las cuentas de algo (aunque ilegal) ha sido toda una sorpresa. De todas formas, no dejan de estar molestos con la estrategia de su hermana. Según la infanta Elena: “ Se podría haber acogido al derecho a no declarar. Total, lleva muchos años haciendo lo mismo con Hacienda”.